El castillo se encuentra en una colina que domina Granada. Ceder a las restricciones de tiempo (y no querer a mí mismo desgaste tan temprano en el día), cojo el autobús número 30 en la Plaza Nueve en el corazón de la ciudad vieja para hacer la carrera por la colina a la entrada del complejo. Esta es una de las atracciones más populares de España con 20 millones de visitantes al año! Al menos a partir de abril a septiembre, es imposible entrar sin una reserva, pero por suerte, tienen ahora un sitio web (www. www.alhambra.org / eng). Puesto que es a principios de noviembre, estoy esperando que no habrá un cartel. Estoy de suerte! Yo brisa a través de y tener la fortaleza casi todo a mí mismo.
Para limitar los efectos perjudiciales de millones de personas desfilando por, limitan la entrada a los palacios árabes a una ventana de media hora, te lo pierdas, y te has perdido tu oportunidad de ver lo mejor de la Alhambra. Mi comienza media hora en los próximos diez minutos, así que no debe perder el tiempo. Recojo una de las guías de audio y barrer el pasado de las bases del poblado de edad, los hogares y lugares de trabajo de los artesanos, los artesanos y comerciantes que vivían en la sombra de los palacios. Más allá de la hermosa rosaleda (voy a la vuelta y sentarse aquí al final de mi viaje, cuando mis piernas se cansan). Sigo adelante, alrededor del palacio del siglo 16 de Carlos V y, detrás de él, casi oculto a la vista, creo que la entrada al tesoro real de la Alhambra, los palacios y viviendas de los gobernantes árabes.
En el interior me parece exquisita arquitectura, las columnas finamente estriadas que sostienen arcos delicada, todo cubierto de mosaicos y azulejos de hecho en la moda islámica. Complejos diseños geométricos aparentemente sin principio ni fin, se entrelazan en momentos delicados de vid o de rosas, el arabesco. Techos en las distintas salas de las residencias reales muestran las estrellas y los círculos centrales al Islam, con el círculo central en la parte superior que representa el Paraíso mismo.
Los edificios se construyen en la forma tradicional árabe, con pocas ventanas exteriores. En cambio, la atención se centra en el patio interior fresco, un verdadero oasis de paz y tranquilidad. Como con la mayoría de las casas y palacios en los países en seco, no hay agua por todas partes, espejos de agua, arqueando chorros de agua, y fuentes gigante salpicaduras con un número ilimitado de la sustancia que da vida. Casi se puede oír el silbido de las túnicas árabes que pasa.
